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domingo, 8 de mayo de 2011

El leucismo.

El leucismo (del griego λευκοσ, leucos, blanco) es una particularidad genética debida a un gen recesivo, que da un color blanco al pelaje o plumaje (los ojos mantienen su color normal, a diferencia de los albinos).




El leucismo es diferente del albinismo: los animales leucísticos no son más sensibles al sol que el resto. Al contrario, pueden ser incluso ligeramente más resistentes pues al tener el color blanco un albedo elevado protege más del calor. Lo contrario del leucismo es el melanismo.
Leucismo en aves.
Se define como la falta parcial o total de eumelanina o faeomelanina en las plumas, debido a un disturbio heredado en el proceso de formación de esos pigmentos.

El leucismo (indicado frecuentemente por error como "albinismo" o "albinismo parcial") parece ser la aberración de color genéticamente determinada más común en las aves.

Las aves que presentan esta aberración producen melanina de manera normal, pero el pigmento no se depone en las células de las plumas, que debido a ello quedan blancas.

El grado de leucismo varí­a mucho, desde aves que tienen solamente alguna pluma blanca hasta aves con todo el plumaje blanco (igual que en los albinos, las plumas con colores rojos y amarillos, producidos por carotenoides, pueden estar intactas) pero los ojos siempre tienen coloración normal. El pico y las patas, en cambio, pueden estar normalmente coloreados o carecer por completo de color.

En pájaros leucinos, cada pluma es generalmente blanca por completo o con coloración normal.

Una pluma parcialmente blanca indica con un alto grado de probabilidad que el ave ha sufrido carencias durante su crecimiento (no es un defecto genético).

Las aves con aspecto general tornasolado o jaspeado (aspecto "lavado"), producido por combinación de plumas totalmente blancas y plumas de color normal, son generalmente individuos afectados de leucismo.

Los pigmentos más importantes que dan color a las aves se denominan melanina y carotinoides.
Carotenoides.
El ave asimila carotenoides mediante el alimento, y las enzimas del cuerpo los transforman en pigmentos que varí­an entre amarillo pálido y rojo carmesí­.

La alteraciones en esta pigmentación se deben principalmente a una dieta no adecuada. Un ejemplo muy visto son los flamencos cautivos que no adquieren plumas rojas porque no se alimentan de crustáceos. La cantidad de coloración rosada en el pecho de algunas especies de gaviotas también varí­a debido al mismo motivo, aunque se trate de aves que viven en libertad.

Existen mutaciones que alteran los pigmentos de color basados en carotenoides, pero son raras. Las mutaciones que afectan las melaninas son mucho más frecuentes.

Melanina.
Hay dos tipos de melanina en las aves:

La eumelanina, que genera plumas de color negro, gris y pardo oscuro, y la faeomelanina, que genera plumas rufas en alta concentración y plumas desde amarillentas (amarillo-parduzco pálido) hasta casi blancas, en baja concentración.

Cuando ambos tipos de melanina influyen juntos, generan colores combinados, como el pardo-grisáceo.

En ojos y piel, en cambio, sólo influye la eumelanina.

Algunas especies de aves tienen únicamente eumelanina, pero en la mayorí­a de especies ambos tipos de melanina se combinan para determinar coloración.

El albinismo se define como la falta total de ambos tipos de melanina, debido a una carencia heredada de "tyrosinas", una enzima que comienza el proceso mediante el cual se forma melanina.

El resultado de esta mutación es un ave que carece casi por completo de color, tanto en las plumas como en piel y ojos.

Los tonos rojos y rosados que se observan en ojos y zonas sin plumas se deben al color de la sangre que se advierte a través de los tejidos.

Un pájaro predominantemente blanco que muestra algo de pigmentación melánica no es un albino. (Véase el color de los ojos si no son rosa o rojizos no hay albinismo)

El "albinismo parcial" (citado con mucha frecuencia en literatura ornitológica) es un concepto equivocado, ya que no existen aves "parcialmente albinas" (del mismo modo en que no existen "embarazos parciales", según indica Hein van Grouw).

viernes, 6 de mayo de 2011

Aparato respiratorio.

SISTEMA RESPIRATORIO                       


Las aves no tienen cuerdas vocales
Los pulmones son triangulares, de color rosado brillante, y este es el lugar donde se produce el intercambio gaseoso.
En las aves los pulmones se comunican con numerosos sacos aéreos de finas paredes. Estos sacos se extienden por todo el cuerpo, en un total de 9, rodean los órganos y aún penetran en las cámaras de los huesos largos.
En esta forma el aire, que se introduce por la respiración, es distribuido por todo el cuerpo y contribuye no solo a disminuir su peso específico sino también a regular la temperatura de todas las aves.
Durante el vuelo, cuando la tensión muscular se exige en el esfuerzo del vuelo, se anula la expansión y contracción de los movimientos naturales respiratorios, los sacos con el batir de las alas se comprimen y ensanchan al ritmo como fuelles, facilitando la entrada y salida de aire.
Los sacos aéreos se encuentran rodeando las vértebras del cuello (sacos cervicales), entre las viseras (sacos abdominales), debajo de los omóplatos (sacos subscapulares), entre las clavículas (sacos intercíaviculares) y debajo de las alas (sacos subaxilares)
La vía respiratoria, constituye un sistema muy complejo y frágil por, el cual ingresan al organismo del jilguero permanentemente bacteria o virus provocando graves problemas. 

APARATO FONADOR
Las aves de canto pertenecen al orden de las paseriformes, provistas de un complicado aparato fonador, que les permite emitir sonidos armoniosos, por lo cual, se les considera en un estadio avanzado de evolución. 

Fig. 1 - Representación Esquemática del Aparato Fonador
  • L - Laringe
  • T - Tráquea
  • S - Siringe
  • B - Bronquio
  • P - Pulmón
  • ST - Saco Traqueal
  • STA - Saco Torácico Anterior
  • STP - Saco Torácico Anterior
  • SD - Saco Diafragmático
  • SA - Saco Abdominal
El aparato fonador comienza en la laringe situada al inicio de la tráquea. No está, la laringe, provista de cuerdas vocales y cumple el papel de evitar que la comida pase a la tráquea. En cuanto al canto su cierre hace bajar el tono.
La tráquea es un tubo formado por anillos cartilaginosos unidos entre sí por un tejido membranoso, que le confiere flexibilidad. Mide dos milímetros de ancho y cuatro centímetros de largo. Durante el canto puede elongarse por estiramiento del cuello del jilguero o por la acción del músculo esterno-traqueal con lo cual baja el tono, o puede acortarse al encorvar el cuello, subiendo de tono. Con la edad del jilguero se va endureciendo la tráquea por calcificación.
En la parte inferior de la tráquea se encuentra el órgano principal del aparato fonador descrito por Thomas Huxley quien lo estudió y lo describió, dándole el nombre de "siringe". Está situada exactamente donde la tráquea se bifurca para formar el bronquio derecho y el izquierdo. Por su parte exterior se presenta como una dilatación de la parte inferior de la tráquea y del inicio de ambos bronquios, constituyendo una dilatación bilobulada. En su interior del lado de la tráquea, se encuentra un repliegue membranoso llamado "membrana timpaniforme" y en los bronquios unos repliegues llamados "semilunares". Se han descrito unos músculos en número de siete cuya finalidad es hacer vibrar la siringe.
La siringe recibe aire por los bronquios que son tubos de calibre mucho menor que la traquea, lo cual hace que el aire de los pulmones les atraviese a la velocidad necesaria para hacer vibrar las membranas semilunares situadas en los bronquios. La propiedad de algunos ejemplares de emitir un canto haciéndose dúo, como si cantaran dos pájaros a la vez, es debido al desfase por una fracción de segundo, al paso del aire pulmonar de un bronquio con respecto al otro, produciéndose así vibraciones, igualmente desfasadas de las membranas semilunares de los respectivos bronquios.
Todo el aparato funciona por el aire emitido desde los pulmones. Pero las dimensiones de éstos órganos, de un centímetro de largo por medio de ancho con un espesor de apenas cuatro milímetros, significa que el ave no podría mantener trinos de hasta treinta segundos de duración. Sin embargo es posible, por la existencia de unos sacos membranosos, llamados sacos aéreos, que además de cumplir funciones como hacer variar la densidad del ave, regular la temperatura corporal, etc., en cuanto al canto proporciona aire residual de reserva.
En total se han descrito nueve sacos aéreos, uno impar situado sobre la tráquea, llamado saco tráqueal o interclavicular, existen cuatro músculos de cada lado dos toráxicos (anterior y posterior), uno diafragmático y otro abdominal
El saco tráqueal es de gran importancia para el canto, por medio de él se logran modulaciones y variaciones tonales, debido a la presión que ejerce sobre la laringe condicionando su apertura. A mayor cierre de la laringe, mayor presión intratráqueal, que al oponerse a la presión del aire pulmonar ponen la membrana timpaniforme tensa y su vibración produce sonidos.
Todo lo anterior quedó experimentalmente demostrado por Rüpelt, Director del Museo de Historia Natural de Berlin. Trabajó con el aparato fonador de la gaviota plateada (Larus Argentatus), (fig. 2). Colocándolo dentro de una esfera, uniendo la tráquea con un tubo (a) que salía de la esfera y los bronquios a otro tubo (b) que igualmente salía al exterior. Por éste tubo insufló aire simulando el aire emitido por los pulmones - parte A de la figura -, con lo cual no se produjo sonido alguno. Repitiendo la experiencia pero insuflando aire por el tubo (c) aumentando la presión dentro de la esfera, oponiéndose al aire insuflado simultáneamente por el tubo (a) poniendo tensa la membrana timpaniforme y al vibrar produce ruido. - parte B de la la figura. 




Fig - 2 Interpretación Esquemática del Experimento de Rüpelt
A- Entrada de aire por (a), salida de aire por (b) y tubo (c) cerrado
Membrana timpaniforme flácida. No se produce sonido.
B- Entrada de aire por (a), salida de aire por (b) pero equilibrada por presión dentro de la esfera, al entrar aire simultáneamente por el tubo (c).
Membrana timpaniforme tensa. Se produce sonido. 

DESARROLLO DEL CANTO
Desde el nacimiento los jilgueros son capaces de emitir sonidos. Estos sonidos son instintivos como el piar para pedir comida, el de alarma o miedo, el llamado de la hembra y otros.
No sólo expresan una necesidad, sino también, al hacerse mas fuertes o frecuentes detectan urgencia, intensidad o desesperación. Estos sonidos que, emiten durante toda la vida, sin distinción de sexo, se consideran como integrantes de un verdadero sistema de comunicación.